Se estima que en el año 2050 el 89% de sus habitantes vivirá en zonas urbanas de Latinoamérica y es precisamente esta “necesidad” de vivir en los centros urbanos, la que ha traído consigo una creciente desigualdad manifestada en la falta de acceso a servicios básicos y vivienda propia.
En esa línea, el venezolano-estadounidense David Gouverneur, profesor del Departamento de Arquitectura del Paisaje y Planificación Regional de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia, invita a través de su libro Diseño de nuevos asentamientos informales, a tomar conciencia de la necesidad de enfrentar y estudiar la informalidad en nuestras ciudades, sabiendo que es una realidad inaudible.
En su libro, Gouverneur se ha preocupado por el futuro de asentamientos informales que hoy enfrentan ciudades como, Caracas (Venezuela), Bogotá y Medellín (Colombia) incluyendo problemáticas que se han generado en países latinoamericanos donde se presenta una desatención por parte de las entes gubernamentales en los diferentes modos de vida que comparten características y necesidades similares.
Si bien en estas ciudades autoconstruidas no se han implementado estrategias para garantizar un enfoque de diseño y gestión, de fácil aplicación, capaz de dotar a los residentes de los nuevos asentamientos informales dando respuesta a diferentes dificultades, como lo son en algunos casos la accesibilidad o el uso adecuado de espacio público, es a este llamado al que estamos invitados como ciudadanos. Al respecto, Gouverneur explica:
Todavía existe una fuerte predisposición contra el surgimiento de nuevos asentamientos informales en los países del mundo en desarrollo, a pesar de las proyecciones que indican que la informalidad será la fuerza que motorice el mayor porcentaje de la urbanización en estas naciones en décadas venideras
Las estrategias urbanísticas que ha planteado junto con sus estudiantes en las clases de taller se basan en diseños conceptuales, para resolver y dar vía libre a los asentamientos informales de forma ordenada, que hoy son vistos como dificultad, pero que se podrían aprovechar de manera eficiente. Para ello, Gouverneur propone tres categorías de componentes de diseño —corredores, campos y custodios—, los cuales cumplen un papel en la organización espacial y el funcionamiento del sistema, que sirve de anfitrión a los nuevos asentamientos.
Se persigue, mediante atinadas formas de planificación, diseño y gestión, que la ciudad predominantemente autoconstruida, se convierta en vecindarios y sistemas urbanos equilibrados, asequibles, eficientes, resilientes y atractivos para vivir.
Para Gouverneur el espacio público significa el goce de la vida urbana, los corredores, campos y custodios, actúan bajo principios generales, ofrecen respuestas cónsonas con el paisaje natural-cultural, y generan una suerte de ecologías urbanas en constante transformación, que no suelen encontrarse en la ciudad informal y frecuentemente tampoco en la formal.
La esencia de las múltiples propuestas se muestran como una vitalidad de la informalidad, mostrándonos que se podría aprovechar como una oportunidad de ser conducida hacia escenarios urbanos sustentables, si se actúa antes de que la ocupación ocurra y se acompaña proactivamente la evolución de los asentamientos, para dar vida a sus mosaicos culturales que se convierten en el día a día de la vida urbana.
La ciudad híbrida, formal-informal, como la llama Gouverneur, tendrá también que tomar en cuenta aspectos de orden global que incluyen el cambio climático, y sus implicaciones aplicadas a las diferentes armaduras informales, únicas en este tipo de asentamientos.
